Al menos cinco cadáveres que se encontraban entre las decenas de bolsas con restos humanos que personal de la Fiscalía de Jalisco extrajo entre martes y miércoles del fondo de una barranca en la colonia Mirador Escondido, al norte de Zapopan, coinciden con las características de igual número de empleados de un supuesto centro de atención telefónica desaparecidos, que hasta ayer sumaban ocho, confirmaron fuentes cercanas a las investigaciones.
Aunque la fiscalía no ha revelado detalles, la noche de ayer emitió un comunicado en el cual dio a conocer que tras reunirse con los familiares de los ausentes les comunicó que se hallaron “indicios de personas fallecidas sin identificar que, en un cruce de información preliminar, coincidían con las características físicas de algunos de los jóvenes que están siendo buscados”.
El organismo también explicó que se está a la espera de que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses emita los dictámenes correspondientes que confirmen la identidad de los cuerpos que estaban en por lo menos 50 bolsas halladas hasta ayer en la colonia Mirador Escondido.
“La extracción en dicha zona no ha culminado y seguirán los trabajos hasta agotar la recolección de indicios, aun en condiciones complejas por la profundidad (40 metros) y la pendiente, con la participación de diversas instituciones”, agregó la fiscalía.
Ayer por la mañana se informó que Juan Antonio, de 34 años, quien fue visto por última vez el 22 de mayo cuando se dirigía a trabajar al supuesto centro de atención telefónica, en Zapopan, se convirtió en el octavo empleado de esa empresa cuya ausencia fue reportada ante la Fiscalía Especial para Personas Desaparecidas (FEPD).
Dicha compañía, según las autoridades, carecía de licencias municipales y al parecer se dedicaba a la comercialización y cobranza fraudulentas de hospedajes en la modalidad de tiempos compartidos.
A partir del 20 de mayo pasado parientes de trabajadores del citado establecimiento comenzaron a denunciar la ausencia de sus seres queridos, entre ellos los hermanos Itzel Abigaíl y Carlos David, además de Carlos Benjamín, Arturo, Jesús Alfredo, Mayra Karina, Jorge Miguel y ahora Juan Antonio.
Los familiares aseguraron que las autoridades estatales están “rebasadas” y en lugar de enfocarse en encontrar a los jóvenes optan por criminalizarlos, por lo que pidieron que el gobierno federal atraiga las investigaciones.
También este jueves y por tercer día consecutivo, allegados de Sandra Analí Ramírez Hernández, de 33 años, quien desapareció el lunes pasado cuando se dirigía a trabajar, marcharon por avenida Vallarta hasta Periférico Poniente, y cerraron esa vía por varios minutos para exigir que la mujer sea localizada con vida.
Los manifestantes estuvieron acompañados por decenas de policías antimotines, municipales y viales, además de una veintena de patrullas; en esta ocasión los inconformes no sufrieron represión policial, como el martes pasado.
En tanto, entrevistado al término de la conmemoración del Día de la Marina en Puerto Vallarta, el gobernador Enrique Alfaro consideró: “Eventos como los que hemos visto en estos días ponen en evidencia que el crimen organizado no tiene límites, que es una agenda en la que tenemos que seguir trabajando”. No obstante, añadió que hay quienes pretenden hacer de este tema un “botín político”.
Con información de Javier Santos, corresponsal