A medida que crecía la indignación, el presidente López Obrador responsabilizó a los migrantes por iniciar el incendio; el secretario de Gobernación declaró que la política migratoria incumbe al canciller y éste dijo que “cada cual debe hacer lo que le corresponde”.
Ante el incendio del centro de detención migratoria de Ciudad Juárez, en el que fallecieron al menos 38 personas, marcando una de las peores tragedias en materia migratoria de la historia reciente del país, imperó una pésima coordinación en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, donde se impusieron las ambiciones personales de dos aspirantes a la sucesión presidencial.
Ayer, a medida que crecía la indignación por lo sucedido en la ciudad fronteriza, el presidente López Obrador responsabilizó a los migrantes reclusos por iniciar el incendio; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, protagonizó una entrevista con Joaquín López Dóriga en la que se destapó como candidato a la Presidencia y declaró que la política migratoria incumbe al canciller Marcelo Ebrard Casaubón; y éste, quien hacía proselitismo en Nuevo León, aseveró que los “responsables directos” habían sido presentados ante la Fiscalía General de la República (FGR), dato que ninguna dependencia de gobierno –ni siquiera la Cancillería– pudo explicar.
A esta cacofonía se sumaron los tres boletines que publicó el Instituto Nacional de Migración (INM) durante el día, en los cuales indicaba, en un primer momento, que 39 personas habían fallecido en el incendio; posteriormente, informó que eran 40, y finalmente redujo la cifra a 38.
La institución, dirigida por Francisco Garduño Yáñez –otrora responsable de las cárceles federales– no se pronunció sobre el video que muestra cómo los custodios del INM abandonaron a los reclusos encerrados en sus celdas mientras se propagaba el fuego. El Instituto se limitó a prometer que cubrirá los gastos funerarios y que entregará tarjetas de visitantes temporales por razones humanitarias a las personas que sobrevivieron al incendio, mismas que pretendía deportar el día anterior.
Desde temprana hora, el presidente López Obrador desató reacciones molestas de las organizaciones defensoras de derechos humanos cuando aseveró, en su conferencia matutina, que el incendio “tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue, y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”.
Acto seguido, las organizaciones y los activistas recalcaron que las personas se encontraban bajo la custodia del INM, y por ende del gobierno mexicano, por lo que éste era responsable de su integridad física. Aparte, recordaron que existe un sinnúmero de informes y evidencias sobre las pésimas condiciones de detención de los migrantes en los centros del INM, y criticaron al mandatario por referirse al recinto como “albergue”, pues se trata de un centro de privación de la libertad.
Garduño viajó a Ciudad Juárez, donde recorrió hospitales y anunció que el INM colaboraría con la FGR y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para esclarecer los hechos. Sin embargo, ni la dependencia ni su titular comentaron el video que empezó a circular en la tarde, en el cual se aprecia cómo los custodios salen, sin prisa aparente, del centro de detención, dejando a su suerte a los detenidos.
El video provocó una ola de indignación. A pesar de la gravedad del asunto, Adán Augusto López Hernández se presentó con naturalidad en el estudio de Radio Fórmula durante el noticiero que conduce Joaquín López Dóriga. Aunque reconoció que el incendio es una “tragedia”, dedicó varios minutos a explicar que, en los hechos, el INM responde ahora a la Cancillería, y que por “un acuerdo al interior del gobierno, es Marcelo (…) quien se encarga del tema migratorio”. Con ello, el tabasqueño se desentendió del incendio de Ciudad Juárez, y echó la responsabilidad de la tragedia a Ebrard.
Por si fuera poco, el secretario de Gobernación aprovechó su paso por el programa de radiodifusión para empujar su perfil en la carrera para definir la candidatura de Morena en las elecciones presidenciales de 2024, en la que lucha contra el propio Ebrard y contra la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo. “Yo voy a ser presidente”, dijo López, mientras en el chat donde se difunde información de la fuente de Gobernación llegaban boletines contradictorios del INM sobre las cifras de personas fallecidas.
Los equipos de comunicación social de la Segob y del INM funcionan de manera separada, lo que creó una creciente confusión y una serie de mal entendidos entre los equipos de prensa.
Y todo se confundió más cuando Ebrard salió de su silencio. Por la mañana, el canciller había lamentado “profundamente” el incendio, pero había pasado las horas siguientes publicando, en su cuenta de Twitter, fotografías con grandes sonrisas al lado del gobernador de Nuevo León, Samuel García, durante un recorrido por la futura fábrica de automóviles eléctricos de Tesla.
Tras las declaraciones de López, Ebrard publicó una serie de mensajes en Twitter donde indicó que la Cancillería había estado en comunicación con los gobiernos de los nacionales fallecidos. En respuesta al secretario de Gobernación, Ebrard aseveró que “dejo cualquier consideración de índole política para otros momentos. Cada cual debe hacer lo que le corresponde en esta hora”.
Aparte, el canciller declaró que informó a los gobiernos extranjeros que, según la Segob y el INM, “los responsables directos de los hechos han sido presentados ante la FGR”. El dato era relevante: el canciller revelaba que ya habían iniciado las acciones judiciales, e incluso que había “responsables directos” identificados.
Preguntada al respecto, la Cancillería no supo aclarar a qué se refería Ebrard. La Segob aseveró que esa información la podría tener el INM, pero la institución dirigida por Garduño aseveró que no tenía ese dato. La FGR tampoco informó sobre una “presentación” de personas en el marco del incendio. Todavía por la mañana de este miércoles 29, la Cancillería no tenía explicación sobre el mensaje de Ebrard. “Si no decimos más, es porque no tenemos más”, dijo su equipo de comunicación después de más de 12 horas de silencio.
FUENTE:
https://www.proceso.com.mx/nacional/2023/3/29/la-tragedia-de-ciudad-juarez-exhibe-descoordinacion-gubernamental-ambiciones-politicas-304506.html