“Hasta ahora no teníamos noticia de que el fentanilo hubiera aterrizado en las cadenas de suministro de las farmacias. ¿Lo sospechábamos? Sí”.
Un amigo me lo dijo hace una semana: Ensenada y Tijuana están infestadas de farmacias patito en las que venden fentanilo. Dudé. Me refirió a una investigación de Los Angeles Times (1). La leí. Empecé a investigar, a preguntar por aquí y por allá. Esto aprendí:
Hace cuando menos tres años que farmacias venden fentanilo en México. No lo hacen de manera abierta, por supuesto. La estrategia es algo más sofisticada: venden medicamentos contra el dolor (oxycodone, percocet y adderall) mezclados con heroína, metanfetaminas o fentanilo. ¿El objetivo? Potenciar su efecto. Las farmacias pagan impuestos; son legales, se puede pagar con tarjeta de crédito y están abiertas todo el día. Parecen inofensivas.
En su investigación, los periodistas de Los Angeles Times hallaron que nueve muestras de cuatro farmacias de Tijuana, Cabo San Lucas y San José del Cabo dieron positivo a fentanilo o metanfetamina. ¿El precio? Entre 15 y 35 dólares por unidad. La investigación completa (y traducida al español) puede leerse en internet. Es escalofriante.
Otro estudio, publicado hace apenas dos meses por académicos de la Universidad de California, arrojó resultados parecidos (2). La muestra es distinta: pastillas de 40 farmacias de cuatro ciudades fronterizas (no se dice cuáles). De las 40 farmacias, en el 68% vendían sustancias controladas sin recetas y en 11 de hallaron medicamentos contaminados con fentanilo, heroína o metanfetaminas.
El reportaje del Los Angeles Times y el estudio de la Universidad de California dejan ver solo la superficie del asunto. ¿Cuántas de las 30 mil farmacias en el país venden pastillas contaminadas? ¿Es una situación única de la frontera o está generalizada en todo el país? No lo sabemos porque COFEPRIS, la instancia que expide las licencias de operación de las farmacias no se ha pronunciado. Sus “inspectores” son famosos por cobrar mordidas para no reportar cualquier incumplimiento, así sea menor. Sus visitas “sorpresa” son el azote de cada consultorio médico o laboratorio del país. Revisan todo. Se dan cuenta de la mínima falta al reglamento. Pues bien, esos mismos inspectores no sabían o no quisieron saber que desde hace tres años las farmacias mexicanas venden medicinas mezcladas con fentanilo o heroína. O sí sabían. Y callaron.
La crisis del fentanilo tuvo su origen en Estados Unidos cuando médicos comenzaron a recetar irresponsablemente medicamentos para controlar el dolor. Volvieron adicta a la gente que buscó sustituir esos medicamentos, primero con heroína y después con fentanilo. Hoy, el consumo de opiáceos sintéticos mata a 198 personas al día en Estados Unidos, ocho cada hora, una cada siete minutos y medio. La crisis tardó varios años en llegar a México. Ya está en las farmacias de la esquina.
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- Keri Blakinger y Connor Sheets, “Algunas farmacias de México hacen pasar fentanilo y metanfetamina por productos farmacéuticos legítimos”, Los Angeles Times, 3 de febrero de 2023. Disponible en:
- UCLA Health, Counterfeit pills sold in Mexican pharmacies found to contain fentanyl, heroin, and methamphetamine, Febrero 2, 2023. El estudio completo aquí: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2023.01.27.23285123v1.full.pdf
FUENTE:
Carlos A. Pérez Ricart
https://www.sinembargo.mx/author/ricart
Carlos A. Pérez Ricart es Profesor Investigador del CIDE. Es uno de los integrantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (COVeH), 1965-1990. Tiene un doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Libre de Berlín y una licenciatura en Relaciones Internacionales por El Colegio de México. Entre 2017 y 2020 fue docente e investigador posdoctoral en la Universidad de Oxford, Reino Unido.